El secador de cabello, un dispositivo que hoy en día es indispensable en los hogares y salones de belleza, fue inventado a finales del siglo XIX. La invención se atribuye a Alexandre-Ferdinand Godefroy, un estilista francés que en 1890 creó el primer prototipo de lo que ahora conocemos como secador de cabello. Sin embargo, este primer modelo era muy diferente a los secadores que utilizamos hoy.
El secador de Godefroy estaba compuesto por un gran aparato que se conectaba a una especie de campana que se colocaba sobre la cabeza del cliente. Funcionaba expulsando aire caliente generado por una estufa de gas, lo cual hacía que fuera poco práctico para su uso diario. Este dispositivo fue diseñado para su salón en Francia y no era portátil ni eficiente para el hogar.
No fue hasta la década de 1920 cuando los secadores de cabello portátiles empezaron a desarrollarse. En 1925, la empresa alemana AEG lanzó al mercado el primer secador de cabello portátil para uso doméstico. Estos secadores funcionaban con electricidad y fueron evolucionando con el tiempo, haciéndose más ligeros y manejables.
El diseño del secador de cabello ha avanzado significativamente desde entonces. Hoy en día, los secadores son compactos, potentes, y ofrecen una variedad de opciones como control de temperatura, secado con iones para reducir el frizz, y tecnología de bajo ruido.